Trabajar un año en zonas rurales para combatir la pobreza

La Fundación Superación de la Pobreza (FSP) cierra, un año más, su convocatoria para escoger a los jóvenes profesionales que trabajarán durante un año en zonas rurales con altos índices de pobreza y vulnerabilidad.

Servicio País es un programa de intervención social de esta fundación que busca realizar transformaciones socioculturales y mejorar el nivel de vida de las comunidades del ámbito rural, es el caso del trabajo que realizan en la comuna de Vicuña de la IV región.

“Si pudiera describir en una palabra Servicio País sería experiencia personal y profesional, te invita a conocer lugares y personas que nunca pensaste trabajar y compartir. Pasas por distintas situaciones que te permiten aprender cada día. Yo que vengo de otra región tus colegas pasan a ser tu familia, y la acogida y el cariño que te entrega la comunidad es impagable”, señala la trabajadora social y parte de la fundación Alejandra Caroca Lizana, quien actualmente cumple labores en la región de Coquimbo.

La iniciativa cuenta con el apoyo directo del Estado debido a que parte de su financiamiento procede del Presupuesto de la Nación. La idea principal de esta campaña es generar cambios abordando todos los ámbitos, desde las carencias materiales, hasta las intelectuales y emocionales.

Jóvenes con alta vocación social

El perfil de los postulantes son profesionales recién egresados o jóvenes con pocos años de experiencia, pero con una alta vocación social. Ellos serán enviados a vivir y trabajar durante un año a comunas rurales aisladas con altos niveles de desigualdad.

A día de hoy más de 5.600 profesionales han formado parte de Servicio País y han intervenido en un 83% de las comunas de Chile en diversos ámbitos desde cultura, hasta salud, hábitat, educación o trabajo. Asimismo, en la actualidad esta campaña está apoyando más de 290 proyectos en las diferentes comunidades.

La significancia de este proyecto se basa en que es una oportunidad real de descentralizar las ayudas sociales del país actuando donde la intervención pública y privada es casi nula, según precisa la fundación.

De igual forman, desde FSP destacan que a, través del trabajo participativo y el vínculo directo con los habitantes que realizan, se generan avances positivos y soluciones que nacen de las propias comunidades.

Servicio País permite que constantemente crezcas como profesional y persona, generando lazos con la comunidad, ya que somos parte de ella. Me llena de alegría ser parte de la localidad y contribuir con el desarrollo de este trabajo comunitario” explica Dafne Carvajal Ramírez, una de las trabajadoras social encargada de El Arenal,en la Escuela Elba Carmona un antiguo sector de la comuna de Vicuña.

Saludos desde la escuela La Vega de #Cabildo ✌️ Acá trabajamos con la comunidad porque #ChileNoVaACambiarSolo

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Una experiencia impagable

Miles son los profesionales que cada año postulan al proyecto, pero pocos son los escogidos. Además de la excelencia académica se requiere una alta vocación social, capacidad de adaptación al entorno y generar innovación en las prácticas para acabar con la pobreza.

Rubén Pérez Castillo, uno de los participantes, titulado como ingeniero en prevención de riesgos y medio ambiente, indica que “al pasar de los días, las semanas, los meses, todo lo que en algún momento tuve como expectativa cambió, todo lo que aprendí en los años de voluntariado se resignificó. Vivir, compartir, aprender, enseñar, todo cambia cuando se trabaja en los territorios, con la gente, siendo parte de su día a día, de sus vidas”.

Y agrega que “lo más significativo para mi es saber que todo lo que aprendí durante mis cuatro años de formación profesional, pueden servir para superar la pobreza, eso ha sido lo más gratificante de todo”.

No es sólo un trabajo remunerado, es la oportunidad de vivir un año intenso de capacitación, aprendizajes, para conocer un nuevo territorio, compartir con comunidades locales y ejercer la profesión de una forma distinta en una dinámica de equipo interdisciplinario.

Esta nota fue publicada originalmente en Biobío Chile.